Tuesday, August 08, 2006

Rutina (monólogo)

Una habitación cerrada, oscura, vieja pero limpia… usada.
Un sillón, con un televisor desenchufado enfrente; una lámpara de lectura y una mesita con teléfono. Ningún libro.
Aparece Luisa; viene fregando el suelo desde uno de los laterales del escenario. Arrastra el cubo con un pie con cada zona que deja limpia y se inclina un poco para ver el reflejo. A veces, repasa una zona después de la comprobación.

LUISA: (Mientras friega) Bien, Luisa. Hay que hacer bien las cosas; sentirse cansada no es excusa. No. Una pasada con la fregona bien mojada, así, frotando bien. Ahora otra pasada con la fregona bien escurridita. Sin marcas, bien seco. ¡Cuántas veces se lo tuve que explicar! Si se hacen las cosas bien, al final se tarda menos… esta Isabel… nunca ha tenido paciencia, siempre corriendo, siempre. La verdad es que no sé cómo se las arregla con la casa y el trabajo y los niños… porque ese mangurrián que tiene por marido no tiene mucha pinta de fregar platos. Pobre hija mía…

Coge el cubo y la fregona y atraviesa la escena para dejarlos al otro lado. Deja la fregona metida en el cubo y coloca con cuidado el palo, apoyado para que no se caiga. Asiente y se dirige al sillón. Se sienta con un suspiro.

Bueno, pues ya está. (Pausa) Limpio. (Pausa) Ya queda poco detergente, menos de la mitad, eso seguro. Sí. (Pausa) ¿Cuánto tiempo me durará lo que queda? Dos tapones me dan para el baño, la terraza, luego cambio el agua, dos tapones y la cocina. Eso los martes, los jueves, el domingo… hoy es martes. Veintitrés de marzo. Casi primavera (sonríe). Quedarán, no sé… ¿diez tapones? Sí, puede. Diez tapones. Quizás hasta el viernes ¿un día más? ¡Bah! de todas formas mañana compro otro bote, así no me arriesgo
(pausa)
Bien.
(pausa)
Primavera… tendré que lavar las mantas. Pero aún hace frío (piensa). No, esperaré otro mes a que haga más calor. (De pronto ríe) El año pasado, Mario me… (rápido, cortante y con susto) ¡no, Luisa! el año pasado no; lo pasado, pasado está (pausa). Anoche hizo calor. Quizás… sí, quizás lleve a lavar la manta la semana que viene, si no refresca, claro… ¡Qué caray! Hay que arriesgarse, Luisa, hay que arriesgarse. El riesgo te dice que estás viva, te sostiene. Recuerda a Juana, la buena Juana, solita hasta el final… sin riesgo, sin sorpresas… Creo que esperaré a comprar ese detergente. El sábado por la mañana, sí, seguro que me dura pero así hay un riesgo. Hay un riesgo, sí. (Suspira) La buena Juana.

(pausa)
(mira el reloj)
(pausa)


La una y veinticinco (pausa). En cinco minutos a la cocina. Arroz, sí. Y pescado; un buen filete de lenguado, una ensalada y la manzana cortada en trocitos. El tomate natural, sí, como siempre. Cinco minutos (pausa). El arroz de los martes.

(pausa)
(mira el reloj)

No, aún falta un minuto (se queda mirando la hora). Ahora. Y media.
(pausa, no se mueve del sillón)

No tengo hambre. No, no tengo hambre todavía. Esperaré. Diez minutos. Puedo cocinar más deprisa. ¿Cuánto tiempo puedo ganar? Puedo (agitada y con emoción creciente)… puedo cortar el ajo en trozos más grandes, sí, y la lechuga la lavo mientras se fríe el pescado, rápido, rápido, la lechuga lavada y el pescado frito mientras cuece el arroz, sin tomate esta vez, no hay tiempo, la lechuga en el plato y el pescado y saco el arroz y lo pongo en el plato con el pescado… ¡plato único! ¡Sí! Eso es, Luisa, ¡muy bien! Hay que arriesgarse, el tiempo justo, la tensión, ni un minuto que perder, nada… y el aceite en… (de pronto, asustada y confusa) el… ¡el aceite! ¡Jesús, no he puesto aceite! Se me quemará el pescado, seguro, la sartén es vieja… ¡Luisa!
(Pausa. Conato de llanto interrumpido por el enfado)
¡Estúpida! sabes que tienes que poner aceite en esa sartén, lo llevas poniendo desde siempre, toda la vida poniendo el aceite, Luisa, toda la vida cocinando para… (rápido, cortante) No, olvídalo, Luisa, olvida el pasado; sólo hoy, sólo mañana, no como Juana; acuérdate de Juana, sólo a dos puertas… la buena Juana, la vieja Juana… (aterrada) la loca Juana... (paralizada) Loca.

Se levanta, agitada, y descuelga el teléfono mirando los números apuntados en una nota al reverso

Isabel, Isabel… (cuelga de golpe) ¡No! Hoy es martes. ¡Martes, Luisa! No estará, lo sabes, Luisa, lo sabes. Acuérdate, acuérdate, acuérdate…

Su mirada se enturbia y empieza a temblar descontroladamente. Estalla en llanto y agarra con fuerza el teléfono, se lo coloca junto al oído y grita sin marcar ningún número. Nadie al otro lado.

¡Mario! ¡Mario! ¡Mario! Háblame, amor, háblame. Te hecho de menos, te hecho tanto de menos… tanto… Ya no puedo esperar, no puedo… no puedo…

Desgarrada en llanto, se deja caer al suelo donde se serena poco a poco.

Eso ha sido una tontería, Luisa, una tontería. Estúpida, estúpida, estúpida… Como castigo hoy no comeré, además ya es tarde. Muy tarde.

Sale, caminando con pesadez, mientras se hace el oscuro.

1 comment:

Anonymous said...

reques.blogspot.com is very informative. The article is very professionally written. I enjoy reading reques.blogspot.com every day.
cash advance loans
payday loans online